Asturias no ha sido una excepción en el ‘plan Renove’ de Pablo Casado. La decisión del nuevo líder del PP de borrar cualquier atisbo de derrota o sospecha de desafección ha dejado sin cartel electoral a Mercedes Fernández, descartada a golpe de encuesta. Con la elección de Teresa Mallada, Génova intenta enderezar los renglones torcidos de un partido tendente a la mitosis en las últimas décadas, donde el fuego amigo causó más bajas que los ataques de los adversarios y en el que la capacidad de flotación ha sido una cualidad vital. Mercedes Fernández recibió un agradecimiento por los servicios prestados al regresar de Madrid para coger el timón de un barco a la deriva, pero también la dolorosa desautorización que supone oír que su jefe de filas quería una candidata para «salir a ganar». Por mucho que sus partidarios confiaran en su continuidad, a la presidenta de los populares asturianos le sobra la mitad de su experiencia para saber lo que podía ocurrir. Las reglas del juego han cambiado. A diferencia de la era Rajoy, cuando bastaba con no estropear nada, la actual dirección del PP ha nacido del atrevimiento.
Con el vuelco andaluz como modelo, Casado espera la campaña con el anhelo de «reconquistar» el Principado. Adrián Barbón, el nuevo paladín del socialismo asturiano, se ha apresurado a recordarle que Asturias ha sido casi todo menos tierra conquistada. Los términos bélicos de las primeras escaramuzas anticipan una campaña sin cuartel. Pero las encuestas que ambos manejan les recuerdan que el gobierno dependerá más de la diplomacia que de la guerra. Es lo que exige el tiempo que les ha tocado. La elección de Mallada responde a la lógica de un momento en el que ya no sirve esperar el desgaste del PSOE. Los partidos que concurrirán a las próximas elecciones saben que después del recuento tendrán que sentarse a hablar. A izquierda y derecha, la consigna ha sido elegir candidatos tan capaces de sobrevivir a la campaña como de alcanzar los acuerdos que les permitan los votos de los asturianos. PSOE, Podemos e IU hicieron del presupuesto regional una prueba de su capacidad para entenderse. La candidata del PP apenas tardó un día en arriar la bandera del abordaje a Foro. Teresa Mallada, curtida en la negociación con el sindicalismo minero, aseguró en su presentación que el diálogo será su «herramienta de trabajo». En Foro, Carmen Moriyón exhibe su habilidad para tejer consensos en el Ayuntamiento de Gijón como su principal aval. Y el candidato de Ciudadanos, Juan Vázquez, recuerda su experiencia como rector «cocinando acuerdos». Todos los partidos hacen sus cálculos sobre Asturias con tres sumandos. Aunque las cuentas más importantes se echarán desde Madrid. Ya verán…
Fotografía: Mario Rojas