El nuevo totalitarismo
Se fue volando Franco a otra parte, lo que muchos le desearon en vida, 44 años después de muerto. La salida de su féretro a hombros de su familia, con la que se quiso reflejar que el cadáver del dictador abandonaba su panteón como cualquier hijo de vecino, tuvo no obstante un tinte ‘berlanguiano’. Cuando la dictadura sepultó a su líder con boato, nadie se hubiera atrevido a imaginar que algún día se completaría el entierro con una retransmisión en directo de 22 cámaras. Un cura fuera de tiempo y [Leer más]