Disparar al mensajero

Ni siquiera una pandemia ha terminado con la arraigada costumbre de los políticos de tirotear al mensajero. Una parapeto habitual ante sus propios errores o cuando la realidad, tozuda, contradice sus palabras. La perdigonada al periodista en ese contexto es un recurso habitual

Aprender de los errores

El Gobierno ha creado un fondo de diez mil millones con el que aliviar la situación de empresas estratégicas, un concepto en el que se agrupan aquellas esenciales por lo que producen o imprescindibles por cuánto suponen. La pandemia, que ha demostrado nuestra capacidad de aguante y superado la definición de incertidumbre, ha borrado de un plumazo los principios económicos asumidos por el Estado durante años.

La nueva política ficción

Ni siquiera David Peoples, que concibió cosas increíbles más allá del hombro de Orión, se hubiera atrevido a escribir el guion de la película para la que nos han vendido entradas tras las elecciones generales. Lo insoluble se hizo factible en una reunión de una hora. Las rupturas irreparables acabaron en un efusivo abrazo, un gobierno en ciernes y un país atónito que se preguntó, con el más castizo sentido común, para qué necesitaron tantas alforjas