corrupción
Ahorrarnos desgracias
Alejandro Lerroux abandonó la jefatura del Gobierno de España a empellones en 1935 por culpa de la ruleta ‘Straperlo’. Cada vez que giraba la maquinita que él había autorizado, el 25% de los beneficios acababan en los bolsillos del presidente del Partido Radical, un político conocido también por haber aprobado la carrera de Derecho en un solo día con varias matrículas de honor. En materia de corrupción hay mucho inventado.
La tentación de la opacidad
Siete años y siete meses se hizo esperar la sentencia del ‘caso Renedo’. La denuncia de una mujer, atónita tras descubrir que una alta funcionaria regional había usurpado su identidad para desviar a su cuenta ayudas del Principado, llevó a la Policía y a una jueza a tirar de un hilo en cuyo extremo se encontraron a la cúpula de Educación compinchada con dos de las principales empresas suministradoras de la consejería para enriquecerse a costa del dinero de los asturianos. No ha sido el primer [Leer más]
CORRUPTOS
La naturalidad con la que Francisco Correa relató ante el juez su conversión de modélico directivo en adinerado comisionista, su perversa presentación de la mordida como una práctica habitual provocan más tristeza que asombro. «De bien nacidos es ser agradecidos», declaró con el aplomo de quien aún aspira a la honorabilidad del delincuente cabal, dispuesto a pagar en la cárcel la vergüenza de haber sido atrapado, pero no la deshonra de actuar contra las normas de su calaña. Por eso, su forzada [Leer más]
HECHOS PROBADOS
Nadie se lo habrá dicho, pero en Asturias hay quien se siente en deuda con Azucena. Su denuncia por suplantación de identidad permitió desenmascarar a Marta Renedo, la funcionaria que utilizó sus datos personales para subvencionarse sus zapatos Louboutin y alguna que otra escapada a París. Convencida de su impunidad, Renedo incluso se constituyó en empresa para adjudicarse contratos de mayor cuantía cuando las ayudas a los emigrantes retornados no le alcanzaron para llegar a su gravoso fin de [Leer más]